Anecdota: Mi Papá me inyecto 5 veces

HOLA QUE TAL QUERIDA FAMILIA, YO SE QUE LOS DESESPERO POR NO SER CONSTANTE PERO LES PROMETO QUE BUSCARE LA FORMA DE MANTENER MAS ACTUALIZADO ESTE BLOG. - Les comparto esta anecdota que un integrante de esta familia y seguidor del blog nos compartio, si ustedes cuentan con una anecdota y desean compartirla favor de escribirme.

Anecdota:

Esta experiencia remonta a cuando iba en 4rto de Primaria, tenía unos 10 u 11 años y me enfermé de varicela.

Recuerdo que me percaté de las ronchas un día por la noche, le comente a mis padres y fuimos los 3 en auto a buscar un Doctor, cuando por fin encontramos un consultorio abierto me atendieron.

Efectivamente tenía varicela, el Doctor me estaba recetando pomadas y todo lo necesario, hasta que le comenté que también tenía mucha tos y dolor en la garganta, el me la reviso y dijo con voz firme: "Entonces añadiremos 5 inyecciones para el tratamiento".

Yo puse una cara de tremendo espanto, realmente me asusté y no quería, al final en el mismo consultorio me pusieron la primera inyección aquella noche.

Al día siguiente mí mamá compro las demás inyecciones y las ampolletas, yo como niño creí que lo olvidarían pero no fue así.

Recuerdo que yo estaba en mi cuarto solo ya que no querían mis papás que contagiara a la familia, así que prácticamente todo el día estaba en cama.

El segundo día yo estaba recostado y tranquilo cuando llegó de la nada mí papá con la inyección ya preparada y lista, traía con el un algodón y alcohol.

Me espante horrendamente porque todo fue realmente sorpresivo, yo no sabía que mí papá prepararía a esa hora la inyección.

El llegó, entro a mi habitación y me dijo "Aquí está ya tú inyección, vete volteando, tú tranquilo".

Yo me espante y me negué al inicio evitando voltearme boca abajo, después de unos minutos logró mí papá convencerme de recostarme boca abajo.

Entonces me coloque boca abajo abrazando una pequeña almohada, mí papá puso a un lado la inyección con el algodón y me preguntó ¿En qué nalga te duele menos? Yo le respondí "Ay no me acuerdo", entonces el dijo: "Ayer te la pusieron en la izquierda, hoy te la pondré en la derecha y me dices sí te duele".

Después el subió un poco mi camisa, tomo el resorte de mi pans al mismo tiempo del de mi trusa y bajo ambos de un tirón hasta totalmente por debajo de ambas de mis nalgas.

Yo me espante muchísimo, el sentir mis dos nalgas totalmente al descubierto me hizo sentir inseguro e indefenso, recurdo sentir claramente como me bajo con todo y calzón y estar mis pompas al mero aire.

Entonces él tomó nuevamente el algodón y empezó a partir primero en cruz mi nalga derecha, después sobo un rato específicamente donde me la pondría, después me dijo: "No te muevas, quédate quieto y todo saldrá bien hijo". Entonces de la nada sentí la aguja entrar en mi nalga, recuerdo sentir un dolor tremendo, empeze a dar leves quejidos y gemidos a nada de llorar, entonces terminó de poner la inyección, me sobo la nalga y subió mi pantalón y calzón.

Cabe recalcar que para estos días no estaba asistiendo a la Escuela ya que la Profesora y mí mamá concuerdaban en que era mejor que me resguardará en casa.

El tercer día mí papá me preguntó que sí me inyectaba antes o después de que fuera al trabajo, yo por mi evidente miedo dije que cuando llegará del trabajo.

Mí papá siempre llegaba ya muy noche del trabajo pero no me importaba eso, entre más se retrasará la inyección era mejor para mí.

Me metí a bañar con epazote como el médico me indicó, normalmente mí mamá me ayudaba ya que a esa edad no me daba pena que me viera desnudo, siempre me bañaba antes de dormir y ese día me metí a bañar cerca de las 9:00 p.m.

Mí mamá me dijo: terminate de enjuagar y te sales. Entonces así fue, a los 10 minutos aproximadamente me salí de bañar, eran cerca de las 9:30 p.m. y yo estaba saliendo del baño con mi bata puesta.

En eso observé a mí papá en su habitación, me acerqué a saludarlo, le pregunté cómo le fue en el trabajo, qué tal estuvo todo, y cuándo ya me iba a ir a mi cuarto me detuvo y me dijo: "Ay antes de que te vayas, ya tengo la inyección lista, por sí quieres que te la ponga antes de que te cambies".

Yo horripilado le dije que tenía miedo, pero el me dijo: "Tranquilo, ya se que no te duele en la nalga izquierda, entonces en esta te la pondré hoy.

Entonces le dije a mí papá: ¿Dónde pongo la bata de baño para acostarme? Y el respondió "cómo está mojada, dejala sobre esa silla y acuéstate, ya después te vas rápido a cambiar a tú cuarto antes de que te de un aire".

Entonces me quite la bata y me recoste desnudo boca abajo en su cama, recuerdo sentir agradable la sensación de mis genitales sobre la cobija de la cama, yo estaba totalmente desnudo y en el cuarto de mí papá hay un espejo realmente grande, en el alcanzaba a ver mis dos nalgas al aire, entonces mí papá me dio unas leves nalgadas, y me puso la inyección muy rápido, honestamente no sentí mucho dolor está ocasión así que cuando acabo me fuí a mi cuarto a vestirme.

El penúltimo día no quería ni tocar el tema de la inyección pero ese día llegó mí papá antes del trabajo, después de la hora de la comida se me acercó y me dijo: ¿Quieres ver cómo se prepara la inyección? Yo respondí entusiasmado que sí.

Subimos los dos a su habitación y le pedí que cerrará la puerta, porque aunque no me daba pena que mis papás vieran mis nalgas, sí me daba pena que mis hermanos me vieran ya que se burlaban de mí.

Entonces el me explico cómo se sacaba la jeringa, como se cargaba, todo sobre como se ponía, al final evidentemente ya tenía el listo la inyección y me pidió que fuera al baño por el algodón y alcohol que estaban en una repisa, así fue y fuí rápidamente por ellos.

Después limpio con el algodón remojado en alcohol la jeringa y me dijo; "acuéstate y ya sabes, nada más no te muevas".

Entonces me recosté nuevamente boca abajo, mí papá como normalmente lo hacía de un solo tirón me bajo mi trusa y mi pantalón por debajo de ambas de mis nalgas, me dió una leve sobada y puso la inyección rápidamente, yo está vez ni gestos hice, ya me estaba gustando ser inyectado.

El último día fue diferente, ya que ese día yo estaba de mal humor porque no había podido dormir bien a causa de una fiesta que habían dado los vecinos, era temprano cuando me desperté tanto yo como mí papá, yo permanecí en mí cuarto acostado, pero mí quería inyectarme antes de irse al trabajo.

El preparo la inyección y cuando menos lo espere, entro a mi habitación, yo estaba aún tapado con las cobijas, el se sentó y me dijo: "hijo te pongo rápido tú última inyección y me voy al trabajo" el estaba a las carreras y yo mal humorado así que empeze a hacer berrinche negándome a sed inyectado.

Mí papá no logro convencerme de inyectarme así que le hablo a mí hermano mayor que tenía en ese entonces 15 años y entre ambos me detuvieron a la fuerza, me pusieron boca abajo y yo ya estaba gritando y pataleando para que no me inyectaran, entonces mí papá bajo rápidamente mí pantalón y trusa al mismo tiempo, pero las bajo con tanta fuerza que me lo bajo hasta las rodillas, así que nuevamente mis nalgas estaban al aire.

El por la prisa me puso la inyección en la nalga derecha mientras mi hermano me sujetaba, me dolió demasiado y empeze a llorar muy dramáticamente, cuando termino la inyección me subí el pantalón y me quedé llorando con mi drama, evidentemente ya era la última inyección así que ya no hubieron más, sin embargo recuerdo perfectamente estás 5 inyecciones de mi infancia.

*ESTA FOTOGRAFIA NO PERTENECE A LA HISTORIA PERO QUISE COMPARTIRLA.