Inyecté al novio de mi amiga

Anécdota de un seguidor del blog

Esta es una anécdota que realmente me fascina. Resulta que, uno de mis amigos de la facultad se enfermó hace unos días, necesito destacar que este chico juega deportes y definitivamente su mayor atributo es su trasero.

Tiene unas nalgotas enormes, y sus amigos siempre están bromeando sobre que tiene más trasero que otras chicas.

Yo le hablaba, pero muy ocasionalmente, realmente no nos conocíamos mucho, una que otra vez estuvimos juntos porque teníamos amigos en común, nada más.

Hasta que, hace un mes, el empezó a salir con una de mis amigas más cercanas, eso hizo que el y yo empezáramos a vernos de alguna manera u otra más veces.

Él sabia que yo era muy amigo de su novia, así que, intentó hacerse "mi amigo" también, supongo que, para no tenerme en su contra.

Tiempo después, se enfermo de la garganta, todo el tiempo estaba con escurrimiento nasal, estornudando y quejándose de su malestar, así que le dije:

"ey, salgo de clases a las 3:00, sí a esa hora ya acabo tú entrenamiento, podemos ir al Doctor"

El aceptó, así que, cuando el acabo su entrenamiento de fútbol y yo tomé mí última clase, fuimos a un consultorio cercano.

Estando ahí, el Doctor lo checó, y dijo que tenía una muy fuerte infección en la garganta, le recetó unas pastillas para desinflamar, para sus estornudos y de antibiótico, le recetó 3 inyecciones de amikacina.

No iba a perder la oportunidad, yo sabía que el tenía una relación con mí amiga pero, en verdad, yo moría por verle las nalgas a este chico.

Entonces le ofrecí inyectarlo, compramos las jeringas, las ampolletas, el alcohol y algodón para después dirigirnos a su casa.

Estando ahí, el solo hablaba de lo feliz que era con su novia y bla, bla, bla, ni por la mente le pasaba que yo era el más feliz por verle sus nalgas.

Llegado el momento de la inyección, el se recostó boca abajo, yo confiadamente, tome su pans gris sudado por el ejercicio, y se lo baje casi para llegar a sus piernas.

El traía unos boxers negros Calvin Klein, que se veían súper sexy, traía súper metidos los boxers entre las nalgas, por lo cuál, se veía hermosa la silueta de sus pompas.

Era una experiencia única, mirar su enorme espalda descubierta, ver los vellitos de su espalda baja, para después, mirar su enorme culito aún algo sudado.

Entonces para no verme tan "morboso" le dije, "descubrete la nalga que quieras" entonces él, muy confiadamente, se bajó prácticamente los boxers hasta sus piernas.

Yo estaba, que me venía ahí, digo, el no lo hacía con morbo, él tenia su masculinidad en su lugar, tanto que, le daba igual que yo estuviera siendo espectador de su enorme culo.

Yo para no verme tan exitado le dije "cálmate, sí no soy ella" el simplemente empezó a reírse, y se dio la media vuelta, cubriéndose su bulto, diciéndome "por esta, ellas se mueren" yo aproveche la situación para tomarlo de sus nalgas y volverlo a poner boca abajo.

Debo decir que, en ese momento, yo ya estaba súper desconcentrado por estar viéndolo. Sus nalgas eran súper peludas, grandes, eran perfectas, entonces le dí unas leves nalgadas, y puse la inyección lo más lento posible.

Después de ese hermoso show, sobre sentir sus pelos de las nalgas y pasar mí mano sobre él, él se subió sus boxers y pans.

Después de eso, corto con mi amiga y jamás volví a hablarle, pero, jamás quitará la hermosa experiencia que me dió jajajaja.

• Gracias por compartir tu anécdota